La tos crónica o
tos que dura más de 8 semanas debe ser considerada en la historia clínica del
paciente respiratorio con más énfasis de lo que se viene haciendo hasta ahora.
El motivo es que demasiadas veces pasa desapercibida, solapada entre otros síntomas respiratorios y no se le
da la importancia que como entidad única representa.
El arco reflejo de la tos
tiene su propia estructura diferenciada, por ejemplo del asma, ya que los receptores
de la tos se encuentran en diversos lugares y constituyen un síndrome en su
conjunto. Como tal síndrome de la tos crónica, la tos es digna de ser
estudiada aisladamente porque de esta manera es posible averiguar porqué sus receptores
se encuentran estimulados, lo cual constituye una pista excelente para el diagnóstico
diferencial de lo que le ocurre al paciente respiratorio.
La confusión
existente hoy sobre las vías estimulatorias del arco reflejo de la tos no es
óbice para ignorar su análisis. Por ejemplo, si un paciente con fibrosis
pulmonar tose, es muy probable que la tos sea un mecanismo independiente del
proceso inflamatorio pulmonar, o quizás, el causante del mismo, y es preciso
averiguar, analizándola en profundidad, si existe causa-efecto. Otro tanto
ocurriría en el asma o en la EPOC donde hasta hoy se asume la tos como uno más
de los síntomas en conjunto con disnea de esfuerzo, sibilantes, crisis
broncoespásticas etc. Sin embargo, la mayor parte de los receptores de la tos
se encuentran en laringe, formando parte del mecanismo defensivo primario de la
aspiración y por tanto es ahí donde
debemos dirigir la atención. En la tos crónica se reconocen tres grandes
causas: la patología de vía aérea superior incluyendo rinitis-sinusitis, la
inflamación eosinófila de vía aérea y el reflujo gastroesofágico, aunque cada
vez con más evidencia se reconoce que el reflujo gastroesofágico que alcanza la
vía aérea superior pueda ser el estimulante inicial, de tal manera que si la
laringe queda crónicamente inflamada por ello, se puedan desarrollar estados de
hiposensibilidad de la misma con resultado final de aspiraciones silentes en
vía aérea inferior, siendo entonces la tos el único avisador de la situación
aunque el paciente en esos casos muy frecuentemente menciona otros síntomas de
irritabilidad de laringe como picor, cosquilleo, alteraciones de la voz,
disfagia… que deben alertar al médico sobre la situación real del problema y
explorar en consecuencia.
Un saludo,
Dr. Pacheco
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