martes, 25 de marzo de 2014

¿Es la acidez el único problema en la tos crónica asociada al reflujo gastroesofágico?

La mayoría de los estudios sobre la influencia del reflujo gastroesofágico (RGE) sobre la tos crónica (TC)  hacen énfasis en la respuesta de la TC a la terapia con los mejores medicamentos contra la acidez de los jugos gástricos como son los inhibidores de la bomba de protones (IBP). Sin embargo la composición del reflujo que puede ascender desde el estómago hasta esófago y vía aérea superior e inferior no solo es pepsina, que depende de la acidez para su activación, sino sales biliares y tripsina procedentes del duodeno. Por ejemplo, en trabajos sobre el deterioro del pulmón trasplantado por bronquiolitis obliterante se ha objetivado en el lavado broncoalveolar la presencia de sales biliares que son altamente tóxicas para mucosas no preparadas para resistir su acción, y consiguientemente acontecen lesiones inflamatorias y fibróticas muy perjudiciales para el pulmón. Se impone pues que el mecanismo de protección contra el reflujo abarque no solo controlar la acidez del mismo sino evitar que ascienda él mismo y por tanto todos sus componentes. Para ello disponemos de los IBP pero también de sustancias como el Gaviscón un medicamento procedente de algas marinas con alginato de sodio como componente básico que al mezclarse con el jugo gástrico precipita formándose una barrera física en gorma de gel que impide la ascensión del reflujo. Hoy ya se recomienda para tratar la TC asociada al RGE que junto a los IBP y las medidas dietéticas y posicionales, se añada el Gaviscón, aunque todavía no existen trabajos doble ciegos comparando los efectos de estas adiciones sobre el uso exclusivo de los IBP en TC.

En ocasiones al tratar la TC asociada al RGE y no obtener respuesta, realizamos una pH-metría esofágica sin IBP para comprobar si la acidez está realmente presente y en qué magnitud, pero al no obtener respuesta tras los IBP es imprescindible no olvidar la manometría esofágica que mide la motilidad esofágica y la presión de los esfínteres de cierre inferior y superior del esófago y podemos llevarnos una sorpresa al detectar anomalías con ella, y es que los medicamentos que incrementan la motilidad digestiva como la domperidona, la cinitaprida  o la eritromicina deberían  formar parte de la terapia de la TC asociada al RGE en este caso sin componente ácido, sino por el reflujo procedente del esófago por dismotilidad del mismo.

Un saludo cordial a los lectores y con la esperanza de serles útil. 
Dr. Adalberto Pacheco

Para los más interesados en el tema les invito a ampliar sus conocimientos leyendo esta revisión sobre los problemas respiratorios y el reflujo gastroesofágico, hecha en conjunto con especialistas británicos y que tuvo en 2011 una excelente acogida en la literatura al respecto:



Revisión
Adalberto Pacheco-Galván, Simon P. Hart y Alyn H. Morice
a Servicio de Neumología, Unidad de Asma y Tos de Difícil Manejo, Hospital Ramón y Cajal, Madrid, España
b Cardiovascular and Respiratory Studies, University of Hull, Hull York Medical School, Castle Hill Hospital, Cottingham, UK
Arch Bronconeumol. 2011;47(4):195203

sábado, 15 de marzo de 2014

Anatomía Evolutiva de la vía aérea superior y esofágica y problemas respiratorios

Los seres humanos disponemos a diferencia del resto de seres vivos de la posibilidad de la voz y otra diferencia básica para explicar luego los problemas en aparato respiratorio es la posición erecta sobre solo dos extremidades. En el primer caso, la evolución del lenguaje supuso que la cavidad laríngea con todos los músculos necesarios  fuera más grande y más sofisticada, lo que derivó en un descenso de la misma hasta llegar a situarse en paralelo a la salida del esófago. Esta anatomía es parecida a la de los primates, nuestros ancestros, pero con una magnitud claramente superior en el tamaño y posición consecuente por el lenguaje, de la cavidad laríngea. La consecuencia de esta evolución de la laringe determinó que los jugos gástrico-duodenales, altamente tóxicos para mucosas no preparadas, tanto en estado líquido como en aerosol, ácido clorhídrico, pepsina, tripsina etc. pudieran contactar más fácilmente con los delicado tejidos que recubren faringe y laringe;  además, como la laringe es la “puerta de entrada” del aparato respiratorio con la glotis como estructura clave, necesitaría un mecanismo reflejo altamente sofisticado para evitar la entrada en árbol tráqueobronquial de aquellos jugos tóxicos, y por eso, en esa zona existe el mayor número de receptores de la tos como mecanismo defensivo primario. De ahí que la tos crónica sea tan frecuente en cuanto  las estructuras laríngeas se ven afectadas, ya por el reflujo gastroesofágico, ya por inflamaciones de otro tipo como inhalatorias, infecciosas o alérgicas. Existe cada vez más evidencia en la literatura sobre el papel del reflujo en las afecciones de la laringe y así en la consulta ORL más del 10% de problemas laríngeos en general, están relacionas a ese evento.


En cuanto a la posición erecta de los humanos cuando en la evolución alcanzar mayor altura de los ojos para otear más horizonte delante, determinó que el eje que comunica esófago y estómago, en vez de ser un ángulo recto entre ellos, pues en los cuadrúpedos el estómago “cuelga” desde la línea horizontal que forma el esófago, en nosotros se desarrolló una línea vertical entre esas dos estructuras lo que determinó que físicamente sea más fácil el reflujo hacia el esófago. La evolución en esa zona desarrolló un sofisticado esfínter gastro-esofágico que no siempre funciona correctamente por la complejidad al concurrir diversos músculos para su efectividad plena, lo cual, determina que en todos los seres humanos sea habitual el reflujo, pero en muchos casos ocasiona problemas, ya por inflamación del esófago o bien por alcanzar la estructuras laríngeas que de ninguna manera están protegidas ante los jugos del aparato digestivo.

ESQUEMA DE LAS VÍAS ASCENDENTES DEL REFLUJO GASTROESOFÁGICO QUE ALCANZA LARINGE , VÍAS RESPIRATORIAS INFERIORES E INCLUSO SENOS FACIALES Y OÍDO.  (Ver que la laringe se sitúa adyacente a la salida del esófago)

Espero su feedback.
Un saludo,
Dr. Pacheco Galván
Médico Especialista en Tos Crónica y Asma

miércoles, 5 de marzo de 2014

El Reflujo Gastroesofágico: Un problema sin resolver en la Tos Crónica

El reflujo gastroesofágico (RGE) o paso del contenido gástrico hacia el esófago es un hecho habitual en la fisiología humana pues hasta 60 eventos pueden acontecer en un día en individuos sanos. La asociación RGE-tos crónica (TC) es un hecho aceptado en el planteamiento diagnóstico y terapéutico de la TC. Sin embargo existen al menos dos cuestiones que permanecen oscuras respecto a esta asociación: 

1.- El número de eventos tanto ácidos (pH<4) como no ácidos (pH>4) es prácticamente igual a la población sin TC.  

2.- En estudios doble ciego de tratamiento con antiácidos tipo inhibidores de la bomba de protones (IBP) en TC no existe una clara diferenciación hacia la mejoría. 

En la primera cuestión, algunos estudios avanzados que utilizan la impedanciometría-pH metría  efectivamente no encuentran diferencias ente TC y no TC, sin embargo si parece existir una asociación en el 50% de casos entre reflujo y, antes o después del mismo, tos; igualmente algunos investigadores han detectado que los pacientes con TC que responden a la terapia son los que tienen más episodios de reflujo distal esofágico; en cualquier caso existen muy pocos estudios que analizan la motilidad esofágica independientemente del  RGE, y así en nuestro grupo observamos que el esófago con escasa peristalsis era un problema muy frecuente en casos de TC refractaria. 

La cuestión 2 que plantea la ineficacia de los IBP en TC según estudios bien diseñados hay que señalar que sufren de varias limitaciones, como el  no plantear el aumento de la dosis de IBP o la adición de agentes estimulantes de la motilidad esofágica o el empleo de medidas antirreflujo en la vida cotidiana como terapias probablemente eficaces en el RGE.


Pero la cuestión que más polémica suscita es la susceptibilidad de un individuo dado al contacto del reflujo en esófago o en vía aérea superior, porque estímulos incluso fisiológicos de jugos ácidos en el esófago inferior podrían desencadenar en el centro cerebral de la tos una respuesta excesiva; esto tiene su parangón en el dolor, el estado llamado alodinia, o dolor sentido tras estímulos emitidos debajo del umbral normal, o hiperalgesia, o respuesta con estímulos de baja intensidad, tal y como se plantea ahora en el arco reflejo de la TC, sobre todos en aquellos casos de TC refractaria, denominándose entonces a aquellos estados, alotusia e hipertusia.


La alteración funcional esofágica independiente del pH es más frecuente y no obedece a la terapia con IBP en más de la mitad de los casos.

Esta imagen pertenece a la Presentación en el Congreso Neumomadrid 2012 del grupo de Tos Crónica del Servicio de Neumología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid.

Espero que esta información sea de su utilidad.

Un saludo,
Dr. Pacheco Galván

Consultas: 91 562 56 38